«Que se gasten 1,2 millones en barcos cuando deben 5,2 al banco de Luxemburgo es una ofensa»

«Que se gasten 1,2 millones en barcos cuando deben 5,2 al banco de Luxemburgo es una ofensa»

Última sesión del juicio contra Arantxa Sánchez Vicario y su aún marido, Josep Santacana, por alzamiento de la bienes. Una vista donde las partes han expuesto sus informes definitivos, y en la que la acusación particular, que ejerce el banco de Luxemburgo, ha reprochado duramente a la pareja el impago de la deuda. «Que se gasten 1,2 millones de euros en barcos cuando deben 5,2 millones (a la entidad) es una ofensa».

Una crítica del letrado, que ha señalado a Santacana como «autor intelectual y material» del alzamiento de bienes para evitar abonar el préstamo que el banco había realizado para que Sánchez Vicario pudiese saldar la deuda con Hacienda, que ratificó el Tribunal Supremo. Lejos de ello, cuando en enero de 2010, la extenista pasó a ser titular de todo su patrimonio -antes gestionado por su padre-, se cerraron las ventas de varias de sus propiedades, pero ni un solo céntimo de los ingresos obtenidos fueron ingresados al banco, con el que ya habían mantenido varias reuniones al respecto.

Primero fue una casa en la Cerdaña. Del precio de venta, Santacana solicitó 50.000 euros «para pasar el fin de semana», y otros 300.000 para «reformas». «Durante su declaración, él nos dijo, de manera cuasi lacrimógena, que no tenían casi dinero para vivir y hacer frente a los gastos del día a día. ¿Una persona con esa supuesta necesidad se gasta 300.000 euros en reformas y 50.000 en un fin de semana? Cae por su propio peso», ha criticado el abogado, tras señalar: «Todo lo que hacen es para evitar pagar el banco«.

Fue en 2011, tras ver que era «imposible» cobrar la deuda, cuando la entidad interpuso una demanda contra ambos. La sentencia, que reconoció la obligación de pago, llegó dos años más tarde. Pero en 2015 ni Sánchez Vicario ni Santacana habían abonado un solo euro al banco. «Mientras mi patrocinado no cobra, ella está saliendo en todas las revistas, veraneando en barcos, con un vida a todo lujo, por eso en diciembre de 2015 presentamos la querella», ha detallado.

El patrimonio de la deportista se estimó, por aquellas fechas, en unos 30 millones de euros. De ellos, 16 en inmuebles y, los restantes, en activos financieros. Según la acusación particular, es Santacana quien «dirige» a Arantxa para llevar a cabo la descapitalización y eludir así el pago. «Desde que esto sucede se vacían todas las cuentas. No había ni un céntimo en España y Andorra», mientras que la deportista «seguía generando dinero en EE.UU., como comentarista de partidos, patrocinando centros deportivos o con actos publicitarios para marcas».

A pesar de ello, «mientras está con Santacana no paga ni un euro« al banco. Tampoco de la venta de varias propiedades en España. Un piso en Sant Joan Despí, por cerca de 450.000 euros, otro en la calle Sabino Arana por 500.000; una vivienda en Formentera por 1,8 millones; la casa de Esplugues por 2,8 millones, así como otras dos más en S’Agaró.

La acusación particular carga contra Santacana: «Ha desarrollado una estrategia para aparentar que Arantxa está arruinada y una estructura opaca que les permita eludir el pago de la deuda»

«Ese dinero no acaban en ninguna de las sociedad, y se estaba frustrando así la ejecución de la deuda», ha reprochado el abogado. En cambio, sí tenía fondos en Suiza. «¿Qué ha pasado con el dinero que ha desaparecido? Santacana dice que ordena la liquidación del patrimonio de Arantxa para afrontar el pago de sus deudas. Pero no hay pago de ninguna deuda».

A pesar de ello, la acusación ha defendido que la condena no puede ser la misma para Arantxa que para su aún marido, porque «ella ha colaborado y ha integrado parte de la deuda» al banco. Motivo por el que la Fiscalía rebajó la petición de prisión a dos años, pena que ella aceptó -a falta de que la juez la ratifique-, con suspensión de condena. Una modificación que acepta la entidad, siempre y cuando la extenista cumpla con la obligación de pago.

En cambio, las acusaciones mantienen la petición de cuatro años de prisión para Santacana, como autor material e intelectual del fraude. «Desde el minuto uno, en las reuniones por la situación deudora, manifiesta que Arantxa no pague. Ella estaba dispuesta a pagar, pero él le dice que no se preocupe, que él se ocupa de todo, y manifiesta: ‘Cuidado con lo que hacéis, que yo soy especialista en insolvencias’, lo dice delante del banco», ha indicado el abogado de la entidad, que concluye que «Santacana ha desarrollado una estrategia para aparentar que Arantxa está arruinada y una estructura opaca que les permita eludir el pago de la deuda».

«Cartas de amor»

Por su parte, la defensa de Santacana ha pedido su libre absolución y ha cargado contra la deportista. «La tesis de ‘mi marido lo hizo todo’ no cuela», ha apuntado su letrado. Para ello ha mentado las «cartas de amor» que Arantxa envió a su marido en 2017, «agrediéndole su ayuda y colaboración en toda la problemática patrimonial». Para el letrado, «la lógica indica que una persona que ha sido engañada vilmente por su marido, no le envía cartas agradeciéndole su ayuda».

Según éste, pese a las autorizaciones firmadas por Santacana, y que lo incriminan, actuó siempre «por orden» de su pareja.

By García Herrera Marta